viernes, 28 de marzo de 2014

DIRSE PUBLICA EL I ESTUDIO DE LA FUNCIÓN DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LA EMPRESA ESPAÑOLA

La aportación de valor a la sociedad y el retorno positivo para la compañía desde un compromiso ético, así como la capacidad de transformar la organización o la transversalidad de su actividad son las principales motivaciones que esgrimen los responsables de RSE de las empresas españolas a la hora de desarrollar sus funciones, según se desprende del I Estudio de la Función de Responsabilidad Social de la Empresa Española presentado hoy en la sede de Garrigues por la Asociación Española de Directivos de Responsabilidad Social (DIRSE) en colaboración de G-advisory y la Cátedra de Ética Económica y Empresarial de la Universidad Pontificia Comillas (ICAI- ICADE).

Entre las principales conclusiones del documento destacan lo variadas y no siempre fáciles que resulta sus funciones debido a la falta de madurez de este perfil profesional, y pese a que parece claro que generan valor a la organización. Parte de ese valor pasa por su constante relación con el resto de departamentos de la empresa o por la aportación de innovación en la gestión del negocio.Asimismo, su actividad genera un rico y positivo networking tanto a nivel interno como externo, aunque adolece de un escaso peso en la toma de decisiones estratégicas en la compañía, a pesar de reconocerse su visión integral y global. Esa visión le hace contar con un interesante equilibrio a la hora de abogar por la necesidad de una ética adecuada sin descuidar el pragmatismo del negocio.Los resultados del documento se han basado en una encuesta on line a casi 600 representantes de diferentes entidades empresariales y varias sesiones de focus group en las que participaron una decena de Dirse de empresas líderes en España.

Todos ellos coincidieron en señalar que la labor del Dirse ha evolucionado de manera similar a como lo ha hecho el propio concepto, y por tanto se trata de una función relativamente joven en las organizaciones. De ahí la necesidad de abordar cuál es el perfil específico de estos profesionales, cómo trabajan y se relacionan en sus labores diarias, así como sus competencias y la aportación de valor de su actividad.“Este Estudio es un trabajo pionero en España y con escasos antecedentes internacionales si consideramos su propósito y alcance, por lo que uno de sus objetivos ha sido, precisamente, identificar líneas futuras de investigación para el análisis detallado de las cuestiones más relevantes que nos marque las estrategias que debemos desarrollar”, explicó el Presidente de DIRSE, Juan José Almagro.

En este sentido, el Informe analiza la evolución de la figura de este profesional en el desarrollo de su labor desde las primeras etapas a las más avanzadas en la actualidad, en la que parecen estar más definidas sus competencias. Inicialmente el Dirse comenzó ocupándose de aspectos como la acción social, la política ambiental o la gestión de las personas, pasando después a responsabilizarse del reporting, el Plan Estratégico, o la identificación y mitigación de riesgos, para finalmente focalizarse en la identificación de oportunidades de negocio y la medición del retorno.

Según los resultados del Estudio, el perfil del Dirse cuenta con un 66% de hombres en estos puestos, frente a un 34% de mujeres, que se dedican en un 33% de los casos a esta labor en exclusiva. Un 14% lo hace de forma integrada con RRHH y con Comunicación, y un 8% lo hace con los departamentos de Medio Ambiente, Calidad y Relaciones Internacionales. Un 4% se integra en Relaciones Institucionales o Marketing y el 11% restante lo hace de manera integrada con otras áreas.

El 50% de los Dirse reporta directamente al máximo ejecutivo de la compañía u organización y un 46% forma parte del Comité de Dirección.COMPETENCIAS DE UN BUEN DIRSEEl Estudio señala que existen siete competencias principales que debe reunir un buen Dirse: visión estratégica de la compañía, empatía, ética, capacidad de comunicar con credibilidad, ser un buen jugador de equipo, ser innovador y con visión de futuro y tener una mente abierta que le haga ser curioso, mostrar interés y escuchar atentamente.En este sentido, los Dirse encuestados se sienten prudentemente optimistas en cuanto a que consideran (71%) que la RSE ha cobrado más importancia en su organización debido a la actual situación de crisis económica. Un porcentaje similar (casi un 70%) cree además que este aspecto va a cobrar más importancia en los próximos cinco años. Sólo un 5% cree que perderá relevancia.BARRERAS Y RETOSLas barreras que los Dirse identifican como más importantes a la hora de desarrollar su labor son la falta de integración, colaboración y aportación de otras áreas de su organización, la ausencia de notoriedad interna y externa, o la consideración de su trabajo como una mera labor de marketing. A esto se suman la ausencia de compromiso de la alta dirección, o la falta de consideración de los riesgos a largo plazo debido a la preeminencia de decisiones cortoplacistas.Los responsables de RSE encuestados consideran además que existe un desconocimiento e irrelevancia de la RSE en el resto del equipo directivo, dificultad en la interlocución con los grupos de interés o falta de objetivos empresariales que desemboca en la escasez de recursos. El 53% de las empresas no asigna de forma específica un presupuesto a la RSE como tal.El reto para ellos pasa por convertirse en “sembradores” en sus organizaciones para trasladar la RSE de lo periférico al ‘core business’ del negocio, y de lo coyuntural a lo estratégico.

Para ello es necesario tiempo y confianza para comprender su figura, no sólo a nivel interno sino también hacia el exterior.D

Para descargar el Estudio pincha aquí.

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